Existen personas que creen firmemente que como Dios es omnipresente, no es necesario congregarse; sin embargo, necesitamos los unos de los otros.
Cuentan de un miembro de la iglesia que era la pena del pastor. En vano le hablaba con amor para ayudarlo a ser más fiel a los cultos pero todo parecía en vano.
Un día, al visitarlo, lo halló sentado ante el fuego del hogar, calentándose. El pastor, después de saludarlo, se sentó junto a él; y tomando las tenazas se dedicó a tomar todas las ascuas de la hoguera para ponerlas todas separadas unas de otras.
El miembro de la iglesia dejó que el pastor hiciera eso y no le dijo nada. El pastor preguntó:
Siguió un momento de silencio. Al fin el hombre habló:
Y desde aquel día este miembro negligente se mostró más fiel a su pastor, a su iglesia, y a su Señor.
Si bien es cierto que Dios es Omnipresente y que nuestra relación con Dios es personal, no podemos olvidar que somos parte de un cuerpo y que necesitamos estar en comunión.
Congregarnos nos ayuda a permanecer firmes, a darnos aliento los unos a los otros, contamos con hermanos que podrán aconsejarnos en base a la Palabra de Dios y podemos orar los unos por los otros.
Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones. Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca. Hebreos 10: 24,25 (NTV)
Todos pasamos por días buenos y no tan buenos, nadie está libre de pasar por dificultades y siempre será bueno contar con personas que estén dispuestas a orar por ti, a recordarte las promesas de Dios.
Si por alguna razón no estás asistiendo a una iglesia, te invitamos a buscar una, es importante que cuentes con el respaldo de una congregación y seas parte de ella.
Padre amado, gracias por cada uno de mis hermanos, por la posibilidad de pertenecer a un cuerpo que tú has conformado y donde todos tenemos una tarea que cumplir. Te pido que me ayudes a ser cada día mejor para poder apoyar y servir a mis hermanos para que juntos podamos buscarte. Derrama de tu amor en nuestros corazones para que podamos amarnos como tú nos amas. En el nombre de Jesús, amén.
¿Qué crees que es lo mejor de congregarse y ser parte de una iglesia?
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