Por diferentes circunstancias de la vida, muchas personas se encuentran lejos de sus seres queridos y si bien nada sustituye a un abrazo en persona, recordemos que no hay distancia para las oraciones y que es la mejor forma que tenemos para estar cerca de los que amamos.
Igual recorría el pueblo
Cuentan que un pastor visitaba a una anciana que era miembro de su congregación. Dicha anciana había estado inválida durante mucho tiempo.
- Lamento mucho haber llegado a esta hora – le dijo- ; pero he tenido que recorrer todo el pueblo antes de venir.
- Yo también, pastor, acabo de re correr todo el pueblo.
- ¿Cómo es posible? Usted no puede moverse de la cama.
- ¡Ah – contestó la viejecita -; mi alma no está́ atada a la cama, y así́ todos los días recorro el pueblo con mis oraciones, sin moverme de aquí́.
No importa si estás lejos, no hay distancia para las oraciones
Quizás vivimos en diferentes ciudades, países o simplemente no podemos acompañar a la persona que amamos en determinado momento porque está en un hospital, o enfrenta dificultades en su trabajo. Podría tratarse de un amigo que nos contó sobre su situación familiar o cualquier otra circunstancia que nos impide estar acompañado de cerca a esa persona.
Sin embargo, a través de la oración podemos acercarnos a esa persona y, al mismo tiempo, acercarla a Dios. Cuando presentamos su situación delante de nuestro Padre y le entregamos ese problema, podemos estar seguros que estamos tomando la mejor decisión porque el Señor no solo tiene la mejor solución, sino que puede brindar el consuelo y la fortaleza que ninguno de nosotros es capaz de dar.
No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús. Filipenses 4:6,7 (NTV)
El mayor acto de amor que podemos hacer por quienes amamos es orar por ellos, los tengamos lejos o cerca, cuando oramos por nuestros familiares, amigos, vecinos, por nuestros jefes, etc. entregamos a Dios el control y cuidado de todo, ¿en qué mejores manos podrían estar?
Oración del día
Padre amado, muchas gracias porque a través de la oración puedo acercarme confiadamente a ti y presentarte mis sueños, mis anhelos, mis angustias y mis problemas. Pero también puedo poner delante de ti a las personas que amo y las luchas que enfrentan para que tu puedas fortalecerlas, alentarlas, abrazarlas cuando yo no soy capaz de hacerlo.
Te agradezco por la valiosa oportunidad que me das de presentarme ante ti, en el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿En qué oportunidad sentiste que la mejor forma de ayudar a quienes amas es orando?