Podríamos leer un mismo pasaje bíblico muchas veces y no lograr interpretarlo en su totalidad ya que nuestra inteligencia no es suficiente para discernir la biblia. Lamentablemente nuestra mente reprobada por naturaleza, está obstruida a las cosas espirituales desde nuestro nacimiento por causa del pecado.

Por mucho que leamos, no lograremos entender nada sin que haya una intervención real del Espíritu Santo de Dios trayendo revelación. Es un trabajo conjunto en el que nuestra intención  por conocer más a nuestro Señor es complementada por Su Poder, abriéndonos el entendimiento a todo aquello que Él desea revelarnos (Jeremías 29:12-13).

Dios tiene muchas maneras para darse a conocer. Una de ellas es a través de las circunstancias. Eso es lo que le ocurrió a María.

Ella vivía junto a su hermana Marta en Betania (Juan 11) y con su hermano Lázaro, quien estaba gravemente enfermo.

María era una mujer de fe y sabía que Jesús podía hacer un milagro, entonces mandó con unos mensajeros a llamarlo para que pudiese venir y sana a su hermano. Pero según el relato, Jesús deliberadamente decide quedarse dos días más en el lugar donde estaba (Juan 11:6) y peor aún, el viaje para llegar a Judea, lugar donde viven Marta y María, estaba bastante lejos.

Cronología: El mensaje fue enviado cuando Lázaro estaba enfermo, pero Jesús se había retrasado 2 días y al llegar al lugar, ya tenía 4 días de muerto (Juan 11:17). No es para menos que Marta saliera a recibirlo con un ramillete de reclamos, y al poco rato se unió a ella su hermana María, cuyos reclamos venían acompañados por un dolor genuino. El relato dice que ella se postró a llorar amargamente a los pies de Jesús quien al ver el cuadro, se  estremeció y conmovió (Juan 11:33).

De inmediato Jesús fue al sepulcro y ordenó que quitaran la piedra, pero Marta le dijo que ya había un olor fétido porque su hermano estaba muerto hacía cuatro días y en ese momento, nuestro Señor pronunció una de las promesas más poderosas que hay en la biblia:

“… ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” Juan 11:40 Versión Reina-Valera 1960

Entonces Jesús levantó su voz y dirigiéndose a la tumba dijo: “!!Lázaro, ven fuera!”  Y el que había muerto salió vivo.

Dios siempre tiene la intención de demostrar su poder en una forma personal e íntima con sus hijos.

Marta y María, eran dos mujeres que conocían el poder de Jesús para hacer milagros, pero el plan de Dios era que ellas reciban un milagro más grande. Él quería demostrarles que su Poder no tiene límites.

Quizás hoy mismo estás orando por algún milagro y parece que no hay respuesta, parece que Dios guarda silencio ante tus suplicas. Pero no tengas miedo ni temor, Dios quiere darte mucho más de lo que estás pidiendo.

Si no recibes una respuesta de Dios a tus plegarias no te desanimes, continúa perseverante en tu oración. Él tiene algo mucho más grande para ti. Sólo ten cuidado de restar el pecado sobre tu vida, ese es uno de los motivos por lo que nuestros oídos se obstruyen a la voz de Dios.

Pero por lo demás, continúa perseverante.

Jeremías 33:3 “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.”

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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