Cada uno de nosotros influenciamos a los demás, así no lo creamos, llegamos a las personas, algunos en mayor medida que otros, pero todos podemos tener impacto en quienes nos rodean.

Nuestra misión es ser luz y llevar la verdad de la Palabra de Dios a quien lo necesite, nuestra primera tarea está en nuestros hogares, puesto que cada miembro de la familia  es importante y tiene una misión en la construcción del hogar.

Como padres, no nos debemos conformar con sólo llevar a la Iglesia a nuestros hijos, debemos también orar con y por ellos, hablarles cada día de la Palabra de Dios, dejar esa semilla en ellos; eso no quiere decir que tendremos hijos perfectos, fallarán, se equivocarán, tal vez nos provoquen angustias pero al final esa Palabra plantada permanecerá en ellos.

Una buena pregunta para saber si estamos dejando un buen legado en los hijos es:¿Si yo dejaría este mundo, mis hijos seguirán el camino correcto?

Nadie sabe cuánto tiempo le queda en este mundo, debemos aprovecharlo y ocuparlo en que nuestra familia conozca de Dios, se afiance en su Palabra y que cuando nos toque partir, la familia que dejamos tenga un buen ejemplo nuestro y solo siga el rumbo que les hemos mostrado.

“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;  y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.” Deuteronomio 6:6-7 (RVR-1960)

Si estás sacando adelante a tus hijos solo, ese esfuerzo extra será recompensado. Cada día marca sus vidas con detalles, consejos y mensajes que los hagan saber que hay un Dios que los ama. No estás solo, aún hay una salida y puede existir un cambio en tus hijos.

Hoy es día de ser buena influencia para nuestra familia y para los demás. Nunca es tarde para impactar vidas.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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