Un pequeño niño había encontrado un pajarito herido cuando regresaba a casa después de la escuela; cuando llegó, le mostró emocionado a su madre, quien  le dijo que debería cuidarlo hasta que sanara para luego dejarlo libre, para que vuelva a su ambiente natural. Dicho y hecho, el niño se desvivió por hacerlo, lo alimentaba, lo cobijaba y curaba su herida a diario.

El pajarito sanó y se encontraba listo irse. El niño con un suspiro profundo dijo a su madre que no quería dejarlo ir pues se había encariñado mucho pero la madre le hizo comprender que no podía tenerlo porque su habitad era el bosque no su casa y concluyó: – Dios te lo dio para que lo cuides y lo hiciste muy bien, fuiste responsable pero ahora tu responsabilidad también es devolverlo donde pertenece.- Así lo hizo y se sitió muy complacido.

Todos tenemos a nuestras manos responsabilidades, que de cierto modo son impuestas por Dios, nuestra familia, trabajo, ministerio, etc. y nuestra propia vida. ¿Somos buenos administradores de lo que se nos dio? ¿Dios podrá confiarnos algo más grande? ¿Qué estamos haciendo con nuestra vida? ¿Hacia dónde nos dirigimos?

La responsabilidad es el cumplimiento de las obligaciones, se puede ver como la conciencia acerca de las consecuencias que tiene todo lo que hacemos o dejamos de hacer sobre nosotros mismos o sobre los demás.

¿Conoces y cumples las obligaciones que tienes hoy? El niño sin planearlo aceptó una obligación con el pajarito y lo hizo muy bien, así también podremos cumplir con las responsabilidades que tenemos; sin duda, debemos esforzarnos y prepararnos porque no olvidemos que daremos cuentas a Dios: “Así que cada uno de nosotros tendrá que dar cuentas de sí a Dios.” Romanos 14:12

¡Cumple tu obligación confiando en que Dios te ayudará!

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario