“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2 Timoteo 1:7 (RVR1960).
La timidez es el resultado de enfocarnos en nuestra debilidad e incapacidad haciendo que crezca la inseguridad en uno mismo, lo que hace que sintamos temor de hacer el ridículo y por lo tanto esto se transforma en un obstáculo para nuestras relaciones personales. Sin embargo, si quitamos el enfoque de nosotros mismos, la timidez ya no hará que nos sintamos pequeños e incapaces y sobre todo si confiamos en el poder de Dios con una fe inquebrantable, Él nos dará la capacidad que necesitamos para vencer toda vergüenza y temor.
Por lo tanto, la próxima vez que la timidez quiera controlarte, ten presente que Dios te dio un espíritu de valentía y no de cobardía para que puedas vencerla, Él te dio Su amor para que te sientas más seguro y la capacidad para controlar tu temor.
Por Giovana Aleman
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