“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” Santiago 4:7 (RVR 1960)
El pecado es un mal que hace miserables a las personas a tal punto que las esclaviza; esto sucede cuando hay pecados no confesados o cuando hay un falso arrepentimiento; por su parte el diablo aprovecha esta situación edificando fortalezas en la vida de aquellos que lo permiten. Si deseas terminar con este mal es necesario que te arrepientas de corazón, esto muy importante ya que de esta manera estas confesando que le fallaste a Dios y que quieres someterte solamente a Él, luego debes resistir al diablo y sacarlo de tu vida, para que así sea el Señor Jesús el que reine en todo tu ser.
Por Neyda Cruz
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