“Lloro con tristeza; aliéntame con tu palabra.” (Salmos 119:28 NTV)

Existe un cansancio generado por la frustración, la rutina, por las obligaciones a cumplir cada día, los problemas que se repiten, etc. Esto te puede llevar al límite y obligarte a decir: “ya no puedo más” y no sabes qué hacer o a dónde ir, puedes derramar un mar de lágrimas por tus ojos o llorar por dentro aunque aparentes que todo está bien.


El rey David escribió buena parte de los Salmos, motivado por las experiencias vividas, alegrías y sufrimientos, mostró cada etapa de lo que siente y vive un ser humano en sus escritos que son un diálogo con Dios, desde los Salmos de Júbilo y Regocijo, hasta donde él expresó temor o tristeza, pero aun así no perdió la confianza en el Todopoderoso.


¿Y por qué lo hizo? Primeramente para glorificar y honrar a Jehová pero, adicionalmente los Salmos nos enseñan que podemos recurrir a Dios en todo momento, que no somos súper-hombres sin necesidad de ayuda del Creador o de la gente que nos rodea, que podemos acudir a Él como estemos o como nos sintamos, porque la presencia del Señor da paz, consuelo y gozo a la persona que lo busca de corazón.


No cargues más con tu pasado, con las dificultades, con el miedo, confía en el Señor, puedes entregarle tus cargas.


“Vengan a mí los que estén cansados y agobiados, que yo los haré descansar.”(Mateo 11:28 PDT)


Descansa en Su presencia donde hay plenitud de gozo, su palabra será una guía para tu vida, puedes ser sincero y decirle al Señor: “Estoy cansado, no puedo más, necesito tu ayuda”, como el salmista lo hizo, tuvo pruebas y sus falencias, pero fue un hombre conforme al corazón de Dios hasta el final de su vida.


Orar es una expresión necesaria delante de Dios, al sentir su abrazo y su presencia comprenderás lo siguiente: “Sabemos que Dios obra en toda situación para el bien de los que lo aman, los que han sido llamados por Dios de acuerdo a su propósito.” (Romanos 8:28 PDT)


Que la palabra de Dios te brinde consejo para crecer, para superar las adversidades, toma en cuenta que no estás solo, el Señor está contigo.

Por Carlos E. Encinas

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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