1 Samuel 10:10-12 dice: “Después, cuando Saúl y su criado llegaron a Guibeá, el grupo de profetas en trance les salió al encuentro. Entonces el espíritu de Dios se apoderó de Saúl, y éste cayó en trance profético, como ellos. Pero todos los que lo conocían de antes, al verlo caer en trance junto con los profetas, se decían unos a otros: ¿Qué le ha pasado al hijo de Quis? ¿También Saúl es uno de los profetas?…” Versión Dios Habla Hoy

Estos versículos narran la manera en la que empezó el ministerio y reinado de Saúl como rey escogido de Dios para su pueblo. A partir de ese momento, aquel muchacho que fue enviado a buscar un asno perdido se convertiría en alguien diferente, de hecho el verso 6 dice que fue mudado a otro hombre.

Dios estaba confirmando su llamado con prodigios y milagros. Sin embargo, no todo terminaría bien.

1 Samuel 31:3-5 dice: “Luego concentraron todo su ataque sobre Saúl; y como los arqueros lograron alcanzarlo con sus flechas, le entró mucho miedo de ellos. Por lo tanto, le dijo a su ayudante de armas: Saca tu espada y atraviésame con ella, para que no vengan estos paganos y sean ellos quienes me maten y se diviertan conmigo. Pero su ayudante no quiso hacerlo, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó su espada y se dejó caer sobre ella. Y cuando su ayudante vio que Saúl había muerto, también él se dejó caer sobre su propia espada y murió con él.”

¿No parece esta una de las historias más tristes que podemos encontrar en la Biblia? ¿Cómo un hombre que empezó con una unción tan poderosa y que además estaba respaldado por Dios para vencer a sus enemigos pudo haber terminado suicidándose? ¿Qué fue lo que pasó?

Aunque sólo estamos viendo el inicio y el final de la vida del primer rey de Israel, al leer la historia completa podemos ver que al medio hubo muchas malas decisiones que le hicieron apartarse de Dios. No sólo podemos puntualizar su desobediencia, sino también su falta de arrepentimiento y sus celos desmedidos por David que lo llevaron a cometer atrocidades.

De esta historia podemos comprender que el inicio de algo en la vida de cualquier persona no necesariamente representa su final: hoy podemos ver matrimonios que empiezan felices y lamentablemente terminan en divorcio, negocios que parecen prósperos y con el tiempo tienen un declive, ministerios que se levantan innovadores pero que luego se disuelven rápida y misteriosamente, etc.

Es verdad que existen circunstancias que uno no puede controlar, pero sí hay situaciones que están en nuestras manos y debemos ser responsables con lo que nos toca hacer.

Deuteronomio 10:12-13 dice: “Y ahora, israelitas, ¿Qué pide de ustedes el Señor su Dios? Solamente que lo honren y sigan todos sus caminos; que lo amen y lo adoren con todo su corazón y con toda su alma, y que cumplan sus mandamientos y sus leyes, para que les vaya bien.” Versión Dios Habla Hoy

El inicio por muy bueno que sea no es garantía de nada, uno debe trabajar todos los días para mantener su familia unida, su negocio solvente, su ministerio bajo la guía de Dios, etc. Es un trabajo constante.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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