En los días cuando China era imperio, a un súbdito condenado a muerte le era permitido comprar un substituto. Por lo general se compraba un hombre pobre, que con su sacrificio procuraba levantar a su familia de la miseria. La sentencia era enviada al Emperador para que la firmara, y luego devuelta al juez quien fallaba la causa.
El día señalado, el verdadero reo era llevado al lugar de la ejecución, el juez procedía a leer la sentencia, y luego llamaba al verdugo para que cumpliera la condena. En ese momento el substituto se acercaba y se hincaba con su cabeza inclinada hacia la canasta. Un golpe de espada y la ley quedaba satisfecha. El juez entonces anunciaba libre al legítimo criminal, quien perdía su nombre, y por el resto de su vida era conocido por el nombre de su substituto.
Todos los cristianos reconocemos que teníamos un castigo que pagar por nuestros pecados, pero Jesús tomó nuestro lugar en aquella cruz del calvario.
Filipenses 2:6-8 dice: “Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales. (NTV)
Jesús, siendo Dios, decidió morir por nosotros como lo hacían los criminales, todo por amor; tuvo una muerte cruel para que pudiéramos recibir el perdón de nuestros pecados y tener vida eterna.
Si realmente entendemos el gran sacrificio que Jesús hizo por nosotros, trataremos de llevar el nombre del Señor en alto, procurando que la gente nos reconozca como verdaderos cristianos, que los demás puedan ver en nosotros el amor, la misericordia y el perdón de Dios.
¿Los demás ven en ti a Cristo? ¿Realmente puedes llamarte cristiano? Si crees que no mereces llevar ese nombre, estás a tiempo de cambiar tu vida y empezar a vivir haciendo honor al nombre de aquel que dio su vida por ti.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.