Nuestras actitudes ante aquello que catalogamos como valioso o importante en nuestra vida, reflejan dónde se encuentra nuestro corazón.
Los objetos y bienes que podamos conseguir, ¿realmente podrán darnos la satisfacción que esperamos?
Muchas veces en la creencia de que nuestras posesiones nos llevan hacia la felicidad nos enfocamos en ello, olvidando que estas son temporales, así perdemos de vista lo realmente importante, como forjar lazos fuertes con nuestros seres queridos, sea familia o amigos.
Dichos lazos no podrán verse, pero sin duda tienen un efecto benéfico en nuestras vidas porque no sólo nos sentiremos amados sino también nos volvemos importantes para esas personas, por ende podremos contar con ellos cuando los necesitemos.
“!Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! 2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras; 3 Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna.” Salmos 133 (RVR1960).
Si prestamos atención al pasaje bíblico, podemos resaltar que es bueno y delicioso habitar en armonía, pero también, allí Jehová envía bendición.
No permitas que los afanes diarios te hagan olvidar que tienes personas a tu lado con quienes puedes forjar lazos de unión que serán provechosas tanto para ti como para ellos.

Por Cesia Serna

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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