El rey de Israel, Jeroboam, construyó dos becerros y dos altares para impedir que su pueblo subiera al templo de Jerusalén, incluso impuso sacerdotes que no descendían de la tribu de Leví como Jehová había ordenado.
Entonces Jehová envió un profeta de Judá para amonestarlo pero el rey mandó de inmediato aprenderlo cuando él clamaba en contra de los altares. Extendió su mano y de inmediato se quedó seca. El rey le pidió al profeta que rogara a Jehová para que su mano fuera restaurada y así lo hizo.
Luego el profeta fue convidado a comer en la casa real pero rechazó la invitación diciendo: “… —Aunque me dieras la mitad de todo lo que posees, no iría contigo. No comería ni bebería nada en este lugar. Porque así me está ordenado por palabra de Jehová, diciendo: No comas pan, ni bebas agua, ni regreses por el camino que fueres.” 1 Reyes 13:9 (RVR1960)
Al retornar este profeta fue interceptado por otro profeta viejo, que lo invitó a su casa a comer y beber agua, y la respuesta fue la misma, que no podía porque Dios se lo prohibió; sin embargo, el profeta viejo lo engañó diciendo que un ángel le había hablado de parte de Jehová para que fuera con él, haciendo que el joven desobedeciera a Dios.
El profeta de Judá no consideró que la orden que recibió en principio provino directamente de Jehová y no de un ángel, se dejó engañar atrayendo para él mucho mal.
Es importante no ser ingenuos ni desatender la Palabra de Dios, porque tenemos la advertencia: “Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.” Jeremías 17:5 (RVR1960)
Por ello, estemos atentos a la dirección de Dios, no nos dejemos desviar por engaños que se están levantando. La voz de Dios es su Palabra y la verdad siempre nos llevará a la vida pero la mentira nos acabará destruyendo como pasó con el profeta de Judá, quien creyó a alguien que lo enredó en su mentira por hablar un lenguaje “espiritual” pero carente de la voluntad y obediencia de Dios.
Que nada ni nadie interfiera cuando tengas que obedecer a Dios, lo que dice en su Palabra no cambia, aunque “alguien” traiga un mensaje contrario asegurando que viene de parte de Él.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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