Recuerdo que cuando era niña, solía observar desde la ventana de mi casa, como las nubes se iban formando a lo lejos para traer una gran lluvia. Las nubes blancas se iban oscureciendo, poniéndose cada vez mas densas. A veces a este panorama se le sumaban los rayos y truenos, como anunciando la venida de una lluvia torrencial. Cuando escuchaba los truenos, tapaba mis oídos, como una intuitiva reacción ante algo que me asustaba mucho y me traía mucha inseguridad.

Hoy en día, escuchar un trueno no causa temor en mí, sino que por el contrario, me invade una profunda paz, porque me recuerda el poder de Dios, dice Salmos 29:3-5  (TLA) “La voz de nuestro Dios, Dios de la gloria, retumba como el trueno sobre los grandes océanos. La voz de nuestro Dios retumba con fuerza; la voz de nuestro Dios retumba con poder. La voz de nuestro Dios derriba los cedros”

A veces sentimos inseguridad cuando las tormentas de la vida nos azotan, los problemas pueden hacernos sentir desprotegidos y vulnerables, tal como me sentía de pequeña.

¿Puedes escuchar la voz de Dios en medio de tu tormenta? Esa voz te dice: Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará ni te desamparara, no temas ni te intimides. Deuteronomio 31:8 NTV.

El Señor nos da un manto de seguridad para cubrirnos de las tormentas, es la fe, la que nos ayuda a enfrentar los problemas con la esperanza de que Él estará en control y tiene lo mejor para cada uno.

Si estas en medio de una tormenta y los truenos te atemorizan, piensa que esto también pasará, y que todo obra bien para los que lo aman a Dios y tienen fe en El.

La seguridad real solo se encuentra en Dios, no temas, El está contigo…

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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