“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Apocalipsis 3:20 (RVR1960).
Cuando sabemos que tendremos visitas en casa, nos esmeramos en ordenar, limpiar y preparar algún alimento para compartir e incluso nos vestimos para la ocasión.
De la misma forma, debemos anhelar la presencia de Dios en nuestras vidas, porque a diferencia de una visita que solo recibe lo que le ofrecemos, Dios con Su presencia nos otorga bendición, sostén, ayuda y muchas cosas más, así que te animo a descubrirlas personalmente.
Por Cesia Serna
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.