En dos ocasiones, cuando estaba en un transporte público, intentaron robarme mi celular. La primera vez lo consiguieron, fue tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos este amigo de lo ajeno, arrebató mi móvil de la mano dejándome quieta, aprovechó que la ventana estaba abierta en su totalidad, para cometer su fechoría.

La segunda vez, con la experiencia anterior, ya estaba atenta mirando constantemente mientras respondía un mensaje, justo cuando la movilidad estaba detenida vi acercarse a un varón sutilmente, en ese momento me hice a un lado y pude esquivar su mano presurosa. Me salvé.

Atravesar por adversidades en la vida, nos ayuda a prepararnos para lo que vendrá en adelante. No podemos evitar esos sucesos, ya que Jesús mismo dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33

Debemos estar seguros que no estamos solos en cada lucha, el Señor va a nuestro lado, ayudándonos a superar cada obstáculo.  Por eso, es importante que aprendamos de las experiencias y que no bajemos la guardia. La palabra de Dios, nos advierte: “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.” 1 Corintios 10:12 (RVR1960) nuestra comunión con Dios es crucial para esos tiempos de prueba, porque es diferente sobrellevar una adversidad con la ayuda de Dios que solos.

Si ya pasamos por experiencias en las cuales caímos seamos cautos para no volver a tropezar; estemos atentos ante cualquier peligro, advertencia y seamos diligentes en ser obedientes a Dios.

Cada prueba superada es un escalón más hacia la plenitud en Cristo.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario