“Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Romanos 6:23

Definitivamente el pecado trae consecuencias trágicas y dolorosas. Corta futuros brillantes y trae un final fatal. Pero muchos lo ven como algo normal y rutinario, conviven con él y lo practican.

Tristemente muchos desconocemos la palabra de Dios y no sabemos que lo que hacemos es considerado pecado, que la forma que vivimos, tratamos a las personas, pensamos de los demás y de nosotros mismos no le agrada a Dios.

A veces ignorantemente le reclamamos  a Dios por qué no nos cambia, saca de esa situación o  provee lo que necesitamos, si le buscamos tanto.  El apóstol Juan responde a eso y escribe: “Dios no escucha a los pecadores, pero sí a los piadosos y a quienes hacen su voluntad.” Juan 9:31 (NTV)

No sé cuánto conoces de la palabra de Dios y la practicas, el salmista David decía: Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. Salmo 139:23-24

Se necesita humildad para orar como lo hizo David porque cuando lo hacemos estamos invitando a Dios a corregir nuestros problemas para que podamos volver a tener comunión con el Señor. El pecado nos separa de nuestro Padre celestial y de las bendiciones que Él quiere darnos.

Te animo a que tomes la actitud del salmista en este momento y hagas una autoevaluación de cómo va tu vida delante de Dios. Háblale a Jesús porque Él está dispuesto a escucharte y cambiar tu vida.

Dichoso aquel que en verdad puede exclamar: ¡Oh Jehová, tú me has examinado y conocido! Salmo 139:1.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario