“Tu salvación viene  de Jehová, Y él es tu fortaleza en el tiempo de angustia.  Él te ayudará y  librará; Te libertará de los impíos, y te salvará, Si esperas en Él.” Salmo 37:39-40

Si crees y confías en Dios, no te desesperes ni te preocupes por la situación que tienes. Aprende a ser paciente, humilde y sobre todo una persona dependiente de Dios. No siempre la respuesta del Señor a tus oraciones o súplicas será inmediata. Lo importante es que sepas que tu Padre Celestial es fiel a Su Palabra y que tiene un tiempo perfecto para obrar en tu vida.

¿Sabías que la desesperación retrasa las bendiciones que Dios tiene para ti? Te explico la razón: cuando tú te desesperas estás comunicando a Dios que no confías en Él, y la Biblia dice que sin fe es imposible agradarle. No olvides que la fe es tener plena seguridad de que vas a recibir lo que esperas y es el convencimiento de que se hará realidad lo que ahora no ves.

Por lo tanto, no comuniques a Dios tu desconfianza, al contrario, sigue adelante confiando y teniendo presente que  tienes un Dios Todopoderoso. “…pueden ustedes confiar en Dios, que no los dejará sufrir pruebas más duras de lo que pueden soportar. Por el contrario, cuando llegue la prueba, Dios les dará también la manera de salir de ella, para que puedan soportarla.” 1 Corintios 10:13. (DHH)

No confíes en tus circunstancias ni en los pensamientos negativos que tienes. No dejes que tu alma se turbe y desespere. Espera en Dios y ten fe en que tu salvación llegará. El Señor es fiel y recompensa a quienes lo buscan.

“Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.” Salmo 40:1-2.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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