“Y David saliĂł a ellos, y les hablĂł diciendo: Si habĂ©is venido a mĂ­ para paz y para ayudarme, mi corazĂłn serĂĄ unido con vosotros; mas si es para entregarme a mis enemigos, sin haber iniquidad en mis manos, vĂ©alo el Dios de nuestros padres, y lo demande.” 1 CrĂłnicas 12:17 (RVR1960).

Ser víctimas de la traición no sólo es doloroso, sino que también nos lleva a perder la confianza y hasta en algunos casos al aislamiento.
Al ser heridos de esta forma, lo primero que pensamos es actuar en retribuciĂłn, pero de esta forma sĂłlo empeoramos las cosas; es mejor decidir perdonar y dejar que Dios en su justicia tome acciĂłn.

Por Cesia Serna

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario