Dios ha delineado roles específicos tanto para la esposa como para el esposo, los que muchas veces son difíciles de aplicar, pero con la cooperación de ambos cónyuges es posible lograr el éxito matrimonial.

Sabemos que Job fue una de las personas que vivió en carne propia las más duras pruebas de la vida. Perdió a todos sus hijos y también sus riquezas, fue afectado por una abominable enfermedad, y la prueba que venía aparentemente era peor que las anteriores.

Este gran hombre, tenía un matrimonio feliz; de no ser así, no hubiera tenido esta buena reputación. Sin duda alguna, la fidelidad de Job al Señor y su intachable manera de vivir de alguna forma se debían a la buena influencia de su esposa.

Es importante reconocer que la esposa tiene una influencia inmensa sobre el esposo en el matrimonio, ya sea para bendición o para maldición.

¿Qué pasó con la esposa de Job? Ella siempre estuvo al lado de su esposo, pero de repente todo se derrumbó, no pudo soportar la idea de ver a sus hijos hechos cenizas bajo sus tumbas, perder todas sus riquezas y menos vivir con un enfermo. Sin poder resistirlo más, dijo:

“(…) ¿Por qué insistes en demostrar que eres bueno? ¡Mejor maldice a Dios, y muérete! Pero Job le respondió: No digas tonterías. Si aceptamos todo lo bueno que Dios nos da, también debemos aceptar lo malo. Y a pesar de todo lo que le había sucedido, Job no pecó contra Dios diciendo algo malo.” Job 2:9-10 (TLA)

En medio de la angustia, es triste sentir el abandono de nuestros seres queridos en lugar de su apoyo. La promesa de permanecer juntos en medio de la riqueza y la pobreza…etc. que Job y su esposa se hicieron en el altar, ese día se rompió. Pero la pregunta es ¿Cuál fue la reacción de Job ante esta prueba?

Por supuesto que la actitud de su esposa lo hirió profundamente, él la amaba, pero por encima de ella estaba Dios, y con todo el dolor de su corazón le respondió con estas palabras: “Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado”. Cuando nos aferramos a un ser humano, por más bueno que sea, este terminará fallándonos por el mismo hecho de ser “humano”.

¿Cómo está tu relación con Dios? ¿Sobré qué está fundamentado tu matrimonio? ¿Cómo está tu relación con tu esposo? ¿Eres ayuda idónea o errónea? Una ayuda idónea es aquella persona que te ama, respeta, ayuda, etc.; por el contario la ayuda errónea, es aquella que lejos de aportar algo favorable trata de destruir, no apoya, no tiene una misma visión de vida, está en contra de todo.

Si revisando esta historia te das cuenta que has estado actuando como la esposa de Job, quiero que sepas que estás a tiempo para cambiar tu forma de pensar y actuar. No mal interpretes el estar sujeta a tu esposo con ser esclava de sus órdenes, debes saber que no eres inferior a él, es más  Eva fue dada a Adán para ser su compañera, su ayuda idónea. Dios no sacó a Eva del pie de Adán para ser inferior a él, ni la hizo de la cabeza para estar encima de él. La hizo del costado, para estar al mismo nivel con su esposo, bajo de su brazo para gozar de su protección, y cerca de su corazón para ser amada, por ello es importante que aceptes la autoridad que Dios le dio a tu esposo en tu matrimonio y el papel importante que tú cumples en él.

Recuerda:

“La mujer sabia edifica su casa; la necia, con sus manos la destruye.” Proverbios 14:1 (NVI)

Por Ruth Mamani

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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