¿Sabías que todos deberíamos estar preparándonos? El entrenamiento es la preparación para perfeccionar el desarrollo de una actividad. Se trata de un procedimiento pensado para obtener conocimientos, habilidades y capacidades.
Por ejemplo, en el ámbito militar significa conseguir las condiciones físicas para intervenir y subsistir en combate, adquiriendo además las diferentes habilidades que se necesitan para enfrentar una guerra, el uso de armas y la supervivencia al aire libre ¿qué capacidades has entrenado para lograr tu objetivo?
“De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre” Juan 14:12 (RVR 1960).
El entrenamiento que Jesús realizó a sus discípulos fue clarísimo, les demostró lo que ellos deberían hacer y después los envió a realizar las mismas cosas e incluso les dijo que podían hacer cosas mayores. El llamado es el mismo para nosotros.
Para lograr el máximo potencial espiritual, un creyente debería tomar a la iglesia como un lugar de entrenamiento, esforzarse por formar su carácter espiritual, purificar su mente y acciones, para acercarse a la persona de Cristo.
“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” Hechos 2:42 (RVR 1960).
Este versículo puede considerarse como una declaración del propósito de la iglesia: Enseñar la doctrina bíblica, proveer un lugar de convivencia para los creyentes, celebrar la Cena del Señor y orar. De igual forma, para ministrar a aquellos que están en necesidad, no sólo en compartir el evangelio, sino también el alimento o vestimenta.
La iglesia está también para equipar a los creyentes en Cristo con las herramientas que ellos necesitan para vencer al pecado y permanecer libres de la contaminación del mundo. Esto se puede lograr con la enseñanza que el Señor nos dejó en las escrituras y el compañerismo cristiano.
¿Cuánto tiempo asistes a una iglesia? Recuerda que tienes un llamado que cumplir. Si llevas varios años de cristiano y hasta el momento sigues siendo la misma persona, sin parecerte ni un poco a Jesús, es posible que te hayas estado conduciendo sin propósito ¿quieres servir a Dios? Entonces sal de la comodidad y comienza a entrenar, el Señor necesita soldados para la guerra.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.