La comunicación es el proceso mediante el cual se transmite información de un agente a otro. Para que la misma sea efectiva se requiere al menos de un emisor, un mensaje y un receptor.
Un ejemplo de comunicación efectiva podría ser cuando uno va al doctor, ninguno se retira del consultorio después de haberle indicado los síntomas y espera en su casa mágicamente ser curado. Lo que hace, es informarle al médico las actividades que realizó últimamente y los malestares que empezó a sentir. Después él da un diagnóstico y un tratamiento.
Lo mismo necesitamos hacer cuando dialogamos con Dios, debemos ser capaces de escucharlo y no sólo de hablar, porque de esa manera conoceremos su voluntad y recibiremos la dirección que necesitamos para tomar sabias decisiones. Si no tenemos tiempo para Él, seguiremos igual y así pasarán los días, meses e incluso años; no podremos conocer los planes que tiene para nosotros.
Si no has estado escuchando a nuestro Padre Celestial, te animo a que hoy empieces a hacerlo, separa tiempos especiales para conversar con Él, ten la seguridad que no serás la misma persona, experimentarás cambios importantes en las diferentes áreas de tu vida.
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar…” Santiago 1:19 (RVR1960)
Aprende a escuchar a Dios, a tus padres, tu pareja, tus hijos, hermanos, amigos y a todos los que te rodean para mejorar tu relación con ellos.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.