Un relato en el Expositor Bíblico, cuenta que hace muchos años, estando predicando en una aldea a mucha distancia de la estación de la misión, un misionero habló a sus oyentes de la fidelidad de Dios en sus respuestas a la oración.
En aquella aldea vivía una niña huérfana que se hallaba en un estado de indigencia total y no podía esperar más que la esclavitud en el futuro.La pequeña había oído que en la estación de la misión había una escuela en la cual cierto número de chicas habían hallado cobijo y cuidados. Así que pidió al misionero que se la llevara con él.
Aunque conmovido por la situación de la niña, el misionero se vio obligado a negarse a su petición. Le dijo que el dinero del que disponían al presente no bastaba para cuidar a las chicas que tenían ahora, y que le era imposible llevársela, a menos que llegara más dinero.
– Pero ora para que el Señor nos envíe algo de dinero – le dijo- Y yo oraré también. Quizás Dios en alguna forma hará posible que te demos un lugar.
Cuando regresó a su casa el misionero halló una carta, recibida en su ausencia, con un cheque cuantioso incluido, totalmente inesperado. Recordando su promesa a la niña, envió mensajeros inmediatamente para que la trajeran a la estación.
Y aunque había un día largo de viaje, al medio día ya estaban de vuelta con la pequeña. Asombrado el misionero, les pidió una explicación. Los mensajeros le dijeron que la habían encontrado a unas pocas millas de la estación y la niña les explicó:
– Usted dijo que Dios contestaría, y como los dos habíamos orado, pensé que ya podía ponerme en camino.
Es este tipo de fe la que necesitamos practicar todos, esa que cree en que Dios responde y se pone en acción.
En muchas oportunidades nos sentamos a esperar que Dios responda pero sin hacer nada. Creemos que Dios puede sanar, proveer para las necesidades, que puede resolver conflictos, que es Todo Poderoso pero permanecemos sumergidos en nuestros temores y ansiedades en lugar de creer en sus promesas y descansar en Él.
Dios ya conoce nuestras necesidades antes de que se las hagamos conocer en oración y tiene la respuesta exacta para lo que necesitas, pero debes creer, debes confiar y ponerte en acción.
“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”.Mateo 21:22 (RVR1960)
Todos necesitamos de una fe como la de esta niña para poder ver la mano de Dios obrando a nuestro favor. Cuando realmente confiamos en que Dios responderá nuestra oración no nos sentamos solamente a esperar, sino que nuestras acciones demuestran que creemos que la respuesta está en camino.
¡Pon tu fe en acción y prepárate para ver las grandes cosas que Dios tiene para ti!
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.