El roble es uno de los árboles más grandes del planeta: su tronco tiene un diámetro que puede medir hasta 3 metros y alcanzar a crecer 30 o 35 metros de alto. Pueden vivir entre 200 y 300 años, y por la distribución espesa de sus ramas, se ve increíblemente grande. Su corteza es de un tono gris y aunque el tronco esté muerto, es muy difícil de arrancar del suelo por sus profundas raíces.

Los estudiosos de la botánica admiran a este árbol por todas las cualidades antes mencionadas, pero también por sus hermosas hojas y las flores amarillo/verdosas que nacen en la primavera, su tallo es uno de los más duros que hay y su combinación de colores marrones, le da una elegancia inigualable.

Definitivamente es uno de los árboles más hermosos de la creación, pero todas estas cualidades no aparecieron simplemente de la noche a la mañana, sino que forman parte de un proceso largo. El roble crece únicamente 30 centímetros por año, convirtiéndolo en la especie boscosa con la tasa de crecimiento más baja, siendo superada por mucho otros como las palmeras que crece bastante rápido.

Este es un ejemplo de la naturaleza muy interesante. Muchas veces creemos que nuestra vida está condicionada por el tiempo que tarda en llegar el éxito que buscamos o las promesas que esperamos. En ese momento, cuando vemos a las personas que nos rodean obtener con mayor rapidez aquello que nosotros también quisiéramos, cometemos el error de frustrarnos, enojarnos y hasta la renuncia se convierte en una alternativa.

Debemos comprender que los éxitos en la vida no se logran de la noche a la mañana: una familia estable, una empresa lucrativa, un trabajo satisfactorio, un ministerio, etc. Son algunos logros de la vida que pueden tardar en llegar ya que requieren empeño y dedicación constante.

Quizás hay cosas que te están costando lograr más que a los demás. No te sientas mal. Piensa en el roble que tarda más que cualquier otro árbol en crecer, pero cuando llega a estar totalmente frondoso, nadie deja de admirarlo. Eso mismo es lo que espera a los que crecen con paciencia, firmeza y dedicación.

Jeremías 17:7-8 “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto” Versión Reina-Valera 1960

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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