Cuando hemos pasado por alguna enfermedad causada por un virus, por ejemplo la varicela, el organismo, una vez que ha sido tratado, crea anticuerpos que lo hacen inmune a esta enfermedad, eso impide que uno vuelva a ser contagiado con ese virus.

Podemos hacer una excelente comparación con nuestra vida espiritual. Si estamos pasando por una depresión, por algún momento tan difícil que está produciendo en nosotros sentimientos de derrota, de temor, de duda, que hacen flaquear nuestra fe; ¿No crees que podríamos crear anticuerpos que nos hagan inmunes a todas esas enfermedades del alma?

Debes confiar en Dios, en su infinito poder, poner tu necesidad a sus pies y dejar que su paz te inunde para que no mueras con ese “virus” que te está atacando.

Si estás saliendo de esta prueba no debes bajar la guardia, la forma de crear anticuerpos que eviten que caigas en lo mismo o que seas nuevamente infectado con esos malos sentimientos que te destruyen, es una comunicación constante con Dios.

“Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.” 1 Juan 5:18

En algún momento volverá a ocurrir un problema, nuevamente aparecerá ese recuerdo, esa persona o esa tentación que quiere que caigas una vez más en lo mismo, que quiere invadir tu ser, pero recuerda que tú ya tienes un agente que te defiende y te protege de cualquier invasión o contagio.

Depende de ti crear ese anticuerpo y que cumpla su función con respecto a todos esos ataques a los que somos susceptibles. Una vida que agrade a Dios, caracterizada por la oración, comunión y amor evitará que vuelvas a ser infectado y derrotado.

Si una vez te lastimaron, ya no volverán a hacerlo; la resistencia a cualquier pensamiento y sentimiento negativo sólo dependen de ti.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario