El juez es la máxima autoridad de un tribunal de justicia,  por lo que de él dependen las decisiones que se tomen y también los resultados. Así mismo, la Biblia menciona que: “…el Señor es nuestro juez…” Isaías 33:22

Muchas veces tomamos el lugar de jueces para realizar sentencias o acusaciones, pero olvidamos que este no es nuestro rol; como vimos en la definición, un juez “es la máxima autoridad” por lo que este título solamente se le puede atribuir a Dios. Él conoce nuestro destino, las consecuencias de nuestros actos y es el único que puede darnos otra oportunidad.

Con respecto a este tema me gustaría hacer énfasis en un caso:

Una joven cometió  fornicación con su novio, motivo por el cual quedó embarazada. Obviamente esta fue una situación que puso a muchos como jueces, quienes simplemente la criticaban y no le hablaban. Gracias a Dios tuve la oportunidad de conversar con ella, por lo que me compartió la vergüenza que sentía y la decisión que tomó de apartarse del Señor.

Mientras estuvimos estudiando la Biblia, ella comprendió que podía arrepentirse y corregir su camino. Por supuesto que también aceptó que debía enfrentar las consecuencias y parte de ello era la vergüenza que sentía. Entonces, decidió contraer matrimonio, acordaron una fecha y ambos se esforzaron por salir adelante con Dios a pesar de las críticas.

Después de mucho tiempo ella volvió a contactarse conmigo informándome que estaba muy contenta de no haberse alejado del camino del Señor por la mirada de otros y que estaban siendo sumamente bendecidos.

“De nuevo, por segunda vez, llegó a él una voz: Lo que Dios ha limpiado, no lo llames tú impuro.” Hechos 10:15 (LBLA)

A muchos nos resulta difícil comprender la misericordia de Dios, por lo que a veces creemos ser mejores jueces que Él. Pero la realidad es que Él es el juez supremo y el único que puede perdonarnos y limpiarnos de toda impureza ¿Si Dios la perdonó por qué piensas que es impura?

Este tiempo examínate qué rol estás ocupando; la parte que te corresponde como hijo de Dios es preocuparte por las almas que se están perdiendo ¿Cómo lo haces? Te animo a acercarte a aquellos que consideras que han caído o se están apartando, tal vez necesitan una mano para regresar.

 

El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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