“Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo.” 1 Pedro 5:6 (NBLH)

La verdadera humildad de una persona puede apreciarse cuando ocupa algún cargo que implica autoridad o poder de decisión. En algunos casos, se enaltecen, cerrando sus oídos a todo consejo u opinión distinta a la suya.


Permanecer humildes, mas allá de los cargos, éxitos o posibilidades económicas, nos ayudará a que a su debido tiempo sea Dios mismo quien nos exalte. “Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento.” Proverbios 3:5 (NTV)

Por Cristhian Castillo

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario