“Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores. Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados. Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias.” (Salmos 34:4-6 RV60)

¿Existen días de tu vida en los que te preguntas dónde está Dios?

¿No te explicas por qué te suceden cosas malas?  ¿No entiendes cómo aun siendo bueno con la mayoría de la gente recibes puñaladas por la espalda de aquellos en quienes confías, murmuran contra ti y te quedas confundido y sin esperanzas? Si no sabes qué decisión tomar en tu vida, si te sientes como en un túnel oscuro, sin salida, y te desesperas buscando opciones para levantarte, y todo lo que haces parece no servir de nada, tienes que saber que el rey David, personaje conocido en la Biblia, atravesó por esto.

“Pero Saúl, viendo y considerando que Jehová estaba con David, y que su hija Mical lo amaba, tuvo más temor de David; y fue Saúl enemigo de David todos los días”. (1 Samuel 18:28-29 RV60)

Cuando David era perseguido por Saúl, a causa de sus celos, su amigo Jonatán estuvo ahí apoyándolo y Dios siempre lo acompañó y le mostró su amor. Recuerda que a pesar de todos tus errores eres hijo(a) del Señor, no permitas que los problemas te alejen de Él, siente sus brazos de amor aunque atravieses por valles de tristezas y pruebas.

David, en medio de todas sus angustias clamó a Dios y Él lo libró de todos sus temores, comprobó que cada paso que daba era muy necesario para acercarse a la victoria y a la salida del túnel de problemas que atravesaba, él era un hombre que caminó dentro de la voluntad del Señor.

Deja que Dios obre en tu vida, no te estanques por la incertidumbre de no saber qué sucederá en tu futuro.

 

Por Carlos Encinas

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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