Nuestra relación con Dios es valiosa y ser reconocidos como hijos de Dios nos fue dado sin condiciones, por gracia, no es la recompensa por nuestras buenas acciones.
Todos somos hijos de Dios, somos Su creación, pero muchos queremos sentir que nos ganamos esa relación, que hemos sido buenos y hemos hecho tantas buenas obras que por eso Dios tiene ese vínculo con nosotros y nos reconoce como Sus hijos. No es así. No olvidemos la gracia.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
Colosenses 3:23-24 (RVR 1960)
Así como al hijo pródigo, nuestro Padre Celestial permite que escojamos y que suframos las consecuencias de nuestras decisiones. Si bien la relación del hijo pródigo con su padre permaneció, perdió su herencia, la gastó toda.
Si queremos tener la aprobación de Dios y sentir Su presencia en nuestras vidas, debemos esforzarnos en tener un comportamiento superior a la mayoría, un comportamiento digno de admirar.
Por eso, debemos hacer todo en esta vida como si lo hiciéramos para Dios y no olvidar que Él todo lo ve, en todas partes está.
pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.
1 Juan 3:20 (RVR 1960)
Solo con ese comportamiento, esforzándonos por hacer todo correctamente, podremos tener la recompensa más valiosa de Dios. Su gran amor, la recompensa de Su herencia.
Tenemos que aprender a valorar quiénes somos y para quién vivimos. Escogimos ser Sus hijos, y es un reconocimiento destacado, pero también es una gran responsabilidad.
Si te consideras hijo de Dios, si dices que eres cristiano, tu comportamiento nos está afectando a todos. Tener eso en cuenta es esencial.
Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Hebreos 4:13 (RVR 1960)
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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¡Hermoso! Me encantó leer este
post.