En agosto del año 1945 fueron lanzadas dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, ambas son ciudades Japonesas las cuales fueron devastadas en tan sólo algunos segundos. Nunca antes la humanidad había visto un arma tan devastadora y con tanto poder de destrucción.

¿Cómo funciona esta arma? Una bomba nuclear consiste en una esfera hueca de plutonio. En su interior se encuentra un mecanismo detonante de uranio y el exterior está revestido de un material explosivo.

Cuando se activa la detonación, la esfera colapsa hacia el centro formando una masa que se condensa al instante y entonces comienza una reacción en cadena: los átomos, tanto del uranio como del plutonio, salen disparados en todas direcciones provocando una enorme bola de energía radioactiva.

En el momento de la explosión el centro de la esfera de plutonio alcanza los 10.000.000 de °C y se expande 80 Km. a la redonda. El aire caliente sale expulsado formando el famoso hongo que puede verse a muchos kilómetros de distancia. Lo increíble es que un arma de este tipo pesa tan sólo 64 Kg. y puede ser manipulada fácilmente entre dos personas, pero puede llegar a provocar una gran destrucción.

Así como la bomba atómica puede ser pequeña pero provoca un cambio radical en su entorno al ser detonada, las decisiones en la vida ya sean buenas o malas, pueden causar una gran victoria o una gran derrota, la fortuna o la pobreza, la grandeza o la humillación.

Por ejemplo, se ha visto que una leve distracción en el móvil mientras se está al volante provocó la muerte de un inocente, por un momento de pasión desordenada muchos hombres perdieron a sus familias, por un arrebato de ira se destruyeron relaciones amistosas, por un instante de duda muchos perdieron la oportunidad laboral que tenían en frente, etc. Por otro lado: la universidad se logra vencer en base a pequeños esfuerzos continuos, el matrimonio se fortalece con pequeños detalles de cariño, los hijos crecen con la autoestima sana por esas pequeñas palabras de confianza que uno da, un cuerpo se tonifica aumentando cada vez pequeñas cantidades de peso, etc.

Realmente no deberíamos subestimar el poder que hay en las pequeñas decisiones que se nos permite tomar en el día a día, porque cada elección que tomemos hoy cuenta como oportunidad para construir el futuro.

Sigue acumulando buenas decisiones ya que en algún momento se expandirán y serán notorias para ti y para los que te rodean.

“Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.” Proverbios 3:5-6 Versión Reina-Valera 1960

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario