Cuenta una historia que cierta reina madre sometía a su hija a un régimen duro y a reglas de educación muy severas.

Al hablar del caso, una persona expresó la idea de que parecía excesivo el rigor.

–Usted se olvida que mi hija será reina un día, y si no sabe gobernarse a sí misma, ¿cómo gobernará a sus súbditos? –Dijo la reina.

Muchas veces la gente nos critica por tratar de buscar agradar a Dios y vivir en santidad e inclusive a nosotros mismo nos cuesta entender la razón  de ciertas circunstancias y en ocasiones  llegamos a creer que pueden ser exagerados los mandamientos que encontramos en la palabra de Dios, pero todo eso tiene un propósito.

“Pues nuestros padres terrenales nos disciplinaron durante algunos años e hicieron lo mejor que pudieron, pero la disciplina de Dios siempre es buena para nosotros, a fin de que participemos de su santidad”. Hebreos 12:10 (NTV)

No se trata de esta vida, nuestra estadía en la tierra es transitoria y es sólo un tiempo de preparación para la eternidad.  ¿Cómo se supone que podremos ejercer como reyes sino aquí no nos preparamos?

“…Tú eres digno de tomar el rollo y de romper los sellos y abrirlo. Pues tú fuiste sacrificado y tu sangre pagó el rescate para Dios de gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación. Y la has transformado  en un reino de sacerdotes para nuestro Dios. Y reinarán sobre la tierra”. Apocalipsis  5:9,10 (NTV)

Cuando nuestra perspectiva acerca de esta vida cambia y vemos todo como una preparación para la eternidad, nuestro enfoque está en lo verdaderamente importante: la eternidad.

No te fijes ni escuches lo que los demás dicen de ti y cuando te sientas desanimado y sin fuerzas recuerda que te estás preparando para ejercer un cargo privilegiado que no cualquiera podrá tener.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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