– ¿Puede usted decirme cuál fue el origen del mal en el universo?, Preguntó un crítico a un cristiano que estaba predicando el evangelio en una reunión callejera.

     – No señor, no puedo – fue la respuesta- Yo soy bombero de oficio y cuando se nos llama a apagar un incendio, no nos detenernos a averiguar el origen del fuego sino que procuramos salvar a las personas cuyas vidas están en peligro. Mi trabajo en este momento es parecido. Procuro salvar a los pecadores que están pereciendo. Quizás después de que esté salvo en el cielo, alguien le dará la información que necesita.

Siempre que sucede algo malo deseamos saber la causa, el porqué de los problemas, de las pruebas, y nos detenemos a buscar esa respuesta, quitando nuestra atención de lo verdaderamente importante.

“Dios bendice a los que soportan con paciencia las pruebas y las tentaciones, porque después de superarlas, recibirán la corona de vida que Dios ha prometido a quienes lo aman” Santiago 1:12  (NTV)

No te enfoques en buscar la causa de tu problema ni de los males que aquejan a la humanidad; quizás nunca entenderemos la razón del mal que sucede en el mundo ni de las pruebas por las que atravesamos, pero podemos confiar en que Dios tiene un plan perfecto y cuida de nosotros.

Como relata la historia, cuando hay un incendio, los bomberos no empiezan por buscar la causa, sino que buscan salvar a la gente que esté en peligro y apagar el fuego. Una vez contralada la situación realizan las investigaciones para saber qué lo ocasionó. Lo más importante es cuidar nuestra salvación y llevar el mensaje a quienes no conocen aún de las Buenas Nuevas, orar para que Dios mueva su mano poderosa y cambie las circunstancias, buscar fortalecer nuestra fe a través de la comunión con Él y quizás algún día, conozcamos el propósito de los problemas que enfrentamos.

Más importante que quedarnos sólo buscando el origen de los problemas, es cuidar nuestra salvación. Mucha gente se enoja con Dios ante las pruebas y las cosas que no entienden y terminan alejándose de Él.

Que los problemas no te separen de Dios, por el contrario, busca más de Él.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario