El señor y la señora Curie trabajaron durante muchos años con paciencia disolviendo toneladas de materia en busca de la misteriosa sustancia a la que su ciencia los guiaba.
Cuentan que en cierta ocasión Pierre Curie dijo a su esposa con visible desaliento: Quizá lo que nosotros buscamos será hecho dentro de un siglo, pero parece no ser obra de nuestro tiempo.
La señora Curie respondió que sería una gran lástima si tal descubrimiento tardara otro siglo, pero con todo – dijo – no dejaré de trabajar en él mientras viva.
Y una noche sucedió algo maravilloso. Toda la tarde habían estado cuidando a un hijo enfermo cuando este por fin se durmió Marie Curie dijo a su marido: ¿Qué te parece si bajamos al laboratorio por un rato? Y tomados de la mano así lo hicieron.
– No enciendas las lámparas- dijo ella en el momento en el que daban vuelta la llave – ¿Te acuerdas que me dijiste que el radio sería una luz de un hermoso color?
Tan pronto como abrieron la puerta quedaron asombrados ante la visión de una luz azul que iluminaba su mesa. Incapaces de hablar permanecieron unos instantes agarrados uno del otro con asombro y se sintieron completamente recompensados por los años de esfuerzos desalentadores, la pobreza y el ridículo que ambos había compartido con infatigable tenacidad.
La perseverancia había tenido su premio, el radio era por fin una realidad y en 1903, Pierre Curie y su esposa Marie Curie, pioneros en los estudios de radiactividad, fueron galardonados con el Premio Nobel de Física, además de otros reconocimientos.
Es probable que al igual que los esposo Curie, vengas intentando y luchando por algo en lo que crees, que estés peleando por salir de la crisis financiera, por iniciar un nuevo negocio, que estés tratando de salvar tu familia o que te encuentres enfrentando una enfermedad y hasta este momento no has visto los frutos de tu esfuerzo.
Todos nos desanimamos cuando llevamos mucho tiempo luchando por algo y no parece dar frutos, por el contrario, pareciera que todo sale mal. Sin embargo, Dios siempre recompensa el esfuerzo de aquellos que lo aman y honran, de quienes luchan incansablemente.
La historia de Pierre y Marie Curie no es la única de años de lucha que terminaron siendo recompensados. ¿Cuál es tu batalla?
“También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación. Y esa esperanza no acabará en desilusión. Pues sabemos con cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha dado el Espíritu Santo para llenar nuestro corazón con su amor”. Romanos 5: 3- 5 (NTV)
No importa cuánto tiempo vienes intentando algo o lo difícil o frustrante que ha sido el año que ha finalizado, este nuevo año podrías ver el fruto de todo tu esfuerzo, de la batalla que has estado peleando. Dios bendice y fortalece a quienes perseveran y guardan sus mandamientos, Él renovará tus fuerzas.
“En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila. Correrán y no se cansarán; caminarán y no desmayarán”. Isaías 40:31 (NTV)
¡No te rindas, acaba de empezar un nuevo año y con él nuevas oportunidades!
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.