Carmen tenía una joya de gran valor que cuidaba mucho. En una ocasión un ladrón ingresó a su hogar por este tesoro, pero cuando lo tenía en sus manos fue descubierto por algunos familiares, por lo que rápidamente lo ocultó en un basurero pensando que nadie lo encontraría ahí; sin embargo, la dueña lo buscó hasta encontrarlo, no sólo por el valor económico, sino emocional, debido a que era un recuerdo de su madre.

Nadie busca en la basura un tesoro, por esta razón el ladrón fue astuto. Este es un claro ejemplo de la forma en la que actúa nuestro enemigo. El diablo sagazmente desea llevarnos a un lugar donde seamos inservibles para que nadie nos pueda ayudar y así perdamos el brillo y valor que tenemos.

“¡Cómo se ha ennegrecido el oro! ¡Cómo el buen oro ha perdido su brillo! Las piedras del santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles. Los hijos de Sion, preciados y estimados más que el oro puro, ¡Cómo son tenidos por vasijas de barro, obra de manos de alfarero!” Lamentaciones 4:1-2 (RVR 1960)

Los hijos de Dios estaban sufriendo las consecuencias de su pecado, este pasaje muestra el lamento en el que se encontraban. En este momento podemos estar en el mismo estado, viviendo como si no tuviéramos ningún valor, como piedras que no sirven, sin disfrutar lo que el Señor ha planeado para nosotros ¿quieres continuar así?

Tal como la dueña de la joya buscó hasta encontrar su tesoro, así Cristo no deja de buscarnos. Es posible que te hayas metido en tu propia cueva, deprimido, solitario, quizá no deseas hablar con nadie de lo que estás sufriendo, pero el Señor te pregunta “¿qué haces ahí? Este no es tu lugar”.

 “Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?” 1 Reyes 19:9 (RVR 1960)

Eres un tesoro y como tal el Señor te creó para brillar, solamente tienes que tomar una decisión: “salir de ese basurero”.  Tu vida es valiosa, no la menosprecies y entrega tu corazón a Jesús, Él te ayudará a superar este tiempo. Recuerda que el Señor se sacrificó por ti, no por un valor material, sino por amor.

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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