Muchas veces tenemos que lidiar con gente que, por alguna razón específica o ninguna, no simpatiza con nosotros. Puede ser que en tu lugar de trabajo o donde te desenvuelves cotidianamente te sientas perseguido.

Lo primero que pasa por nuestra mente es escapar y salir de ese lugar para dejar de sentirnos mal pero la solución no está en huir o evitar a esas personas, pues la verdad es que a donde vayamos siempre encontremos gente con la que nos cueste tratar. Entonces,  lo que debe cambiar es la forma en que asumimos la situación y la búsqueda  de una solución adecuada.

La reacción que tengas es una pieza muy importante en la que podrás demostrar todo lo que aprendiste sobre el amor de Dios y al prójimo sin importar las circunstancias.

Tal vez un gesto de cariño y aprecio pueda ayudarte a tratar con esas personas. Una sonrisa o un apretón de manos hacen la diferencia, pero sobre todo esto está la oración que puedes hacer por ellos.

“No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.” Romanos 12:21 (RV-1960)

Este pasaje te quiere animar a que no abandones el lugar donde Dios te puso pues no lo hizo por casualidad o accidente, todo tiene un propósito y Él tiene un plan que cumplir a través de ti. Dios siempre te llevará donde hay necesidad y personas que necesitan conocer de su amor.

Si hay gente que realmente está siendo una gran prueba para ti es porque hay algo que Dios quiere de esa persona y tú eres un instrumento para ello.

“No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.” Gálatas 6:9 (RV-1960)

Hoy te invito a que puedas orar por esas personas y cumplir tu misión. No escapes, pronto verás los resultados de tu valentía y esfuerzo al tratar a esas personas con amor.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario