Al igual que un niño se toma de la mano de su padre cuando tiene algún tipo de temor o inseguridad, tú también tienes que tomarte de la mano de nuestro Padre Celestial para recibir de Él la protección, fortaleza, poder, provisión, dirección, paz, consuelo y la seguridad que te falta. Sólo Él te guardará de todo mal y actuará a tu favor cuando te sientas sola(o) e indefensa(o).

El tomarte de su mano es señal de que lo necesitas, de que sin su guía no puedes continuar porque posiblemente te encuentras en un lugar desconocido o la situación que estás enfrentando te causa temor, incertidumbre e incluso dolor. Es precisamente en ese momento en el que debes aferrarte a su mano y no soltarte porque su Palabra dice:

“No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa”. Isaías 41:10 (NTV)

“Pues yo te sostengo de tu mano derecha; yo, el Señor tu Dios. Y te digo: “No tengas miedo, aquí estoy para ayudarte. Isaías 41:13 (NTV)

A pesar de que te encuentres física, moral y espiritualmente débil, no te sueltes de su mano porque al hacerlo corres peligro y puedes salir lastimada(o). Aunque cayeras, no quedarás postrada(o), porque nuestro Señor sostendrá tu mano, como nos lo recuerda el Salmo 37:24

Cuando tienes fe la mano de Dios se mueve a tu favor, pero cuando dudas y tienes miedo tu fe se debilita, por esa razón te animo a que sigas creyendo en nuestro Padre Celestial, pon tu confianza y esperanza sólo en Él porque prometió nunca abandonarte y aférrate a sus promesas porque todas son dignas de confianza.

Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán. Isaías 43:2 (NTV)

¡Nuestra vida está completamente segura sólo en las manos de Papá Dios!

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario