Se cuenta que un piloto de una importante línea aérea de los Estados Unidos fue enviado otra vez a la escuela de pilotos para que “refrescara su memoria” sobre cómo acercarse a un aeropuerto y aterrizar. Además de que temporalmente le retiraron su clasificación de capitán.

Aunque tenía doce años de experiencia como piloto comercial, había ignorado las ayudas de navegación que tienen los aviones a bordo a la hora de aterrizar. En su lugar se había dejado guiar por la vista, por lo que se equivocó y en vez de aterrizar donde debía, lo hizo en un pequeño aeropuerto a cincuenta kilómetros de distancia.

La gente del pueblo aplaudió y lo tuvo como un héroe por haber logrado que aquel gigantesco avión pudiera aterrizar en una pista corta y estrecha destinada a avionetas. Dieron su nombre a una calle y los jóvenes llevaban su fotografía en las camisetas. Sin embargo, la compañía aérea pensó de otra manera y castigó apropiadamente al piloto por desobedecer las normas de navegación y poner en peligro a los viajeros y al avión.

Y pese a que los 300 habitantes del pueblo firmaron y enviaron una petición de perdón alegando que un error lo tiene cualquiera. La compañía aérea no tuvo en cuenta esta solicitud.

Existen muchas ocasiones en las que guiados por nuestros conocimientos, vista o percepción, hacemos las cosas sin tener en cuenta las leyes divinas, solamente basados en nuestra opinión y experiencia. Es justamente ahí donde surgen los mayores problemas porque decidimos poner de lado el manual que Dios nos ha dejado, sus normas, y hacemos las cosas a nuestra manera.

Puede ser que ese piloto haya logrado aterrizar bien, y puede suceder que pese a hacer las cosas a nuestra manera no veamos las consecuencias o el lado malo, pero lo cierto es que no terminaremos bien si no seguimos las reglas divinas.

“Cumple los requisitos del Señor tu Dios y sigue todos sus caminos. Obedece los decretos, los mandatos, las ordenanzas y las leyes que están escritos en la ley de Moisés, para que tengas éxito en todo lo que hagas y dondequiera que vayas” 1 Reyes 2:3 (NTV)

Aunque no entiendas muchas cosas de los mandamientos de Dios, síguelos, es la única forma en la que podremos ver cumplidos los planes de bien que nuestro Padre tiene para nuestras vidas.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.

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