No ha pasado mucho tiempo de haber empezado este año y quizá ya te sientes agotado y desesperanzado por la cantidad de metas que te propusiste, las que al parecer no van por buen camino y, para colmo de males, no faltó que alguien te dijera lo inalcanzables que son para ti.
“Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él para matarle. Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador. Ahora pues, venid, y matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños.” Génesis 37:18-20 (RVR).
José fue llamado soñador por sus hermanos, porque cada vez que él les contaba lo que había soñado, ellos se burlaban. Lamentablemente no sabían lo trascendentales que estos sueños llegarían a ser en un futuro, y no sólo para él y su familia sino también para toda una nación.
Si hoy sientes que estás en los zapatos de José, no te desanimes, es verdad que todo sueño tiene un camino tenebroso que recorrer, pero esto no debe ser motivo para desanimarse, y menos creer que será inalcanzable, salvo que te hayas trazado metas que realmente no son de este mundo.
Recuerda que eres lo suficientemente capaz para hacer tu aporte a este mundo así como para el reino de los cielos. No dejes que los comentarios te hagan retroceder, porque así como tú piensas que eres, lo serás y de la misma forma actuarás. José tenía una mentalidad de triunfador por mucho que sus hermanos quisieron intimidarlo, no lograron detenerlo.
¿Eres de esas personas que a pesar de todo está firme en sus metas hasta que ellas se hayan cumplido o de los que al primer obstáculo se derrumban? No permitas que pase un año más sin mover un dedo por temor a fallar.
No tengas miedo a Soñar, ni pensar que es una pérdida de tiempo el hacerlo, sin duda este es el primer paso que debes dar para la realización de tus metas, donde realmente se encuentra el error es en dejarlos como sueños y no hacer nada por cumplirlos.
Si deseas alcanzar tus objetivos y metas comienza a dar pasos de fe. José tenía la certeza de que Dios estaba con él, pero también era su responsabilidad trabajar en ello; por supuesto que el proceso no fue fácil para llegar a disfrutar de todo lo que un día había soñado, pero su confianza en Dios lo llevó a perseverar en ello y salir en victoria.
¿Por qué no empiezas por caminar con fe? ¿A qué le tienes miedo?
Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán. Proverbios 16:3 (NVI)
Por Ruth Mamani
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