Les devolveré lo que perdieron a causa del pulgón, el saltamontes, la langosta y la oruga. Fui yo quién envió ese gran ejército destructor en contra de ustedes” Joel 2.25

Cuando las circunstancias de la vida se tornan difíciles y las respuestas de Dios parecen tardar, puede suceder que nos invada el desánimo, perdiendo parte de la pasión, la alegría y la paz que deben caracterizar nuestra vida cristiana. En estos casos debemos recordar que Dios siempre busca lo mejor para nosotros y que sus planes son de bien, que si su respuesta tarda, es porque Él está trabajando en nosotros. Por lo tanto, hoy puedes ir ante su presencia y pedirle que restaure en ti, el fuego, la pasión y el gozo que parecían perdidos.

Por Danitza Luna

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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