Muchas veces cometemos el error de medir el pecado por la gravedad del asunto, pero debemos saber que delante de Dios no hay diferencias sino consecuencias. Puede que algunos pecados pasen desapercibidos para el hombre, pero no así para Dios; porque tanto el mentiroso, como el asesino y el homosexual están en la misma línea o como alguien dijo: “en el mismo bote”.
En Juan 8:1-11 Podemos encontrar la famosa historia de la mujer que fue sorprendida en adulterio, quien por los fariseos fue llevada no sólo ante Jesús sino ante una gran multitud para ser avergonzada y apedreada.
4”Y le dijeron a Jesús:
—Maestro, encontramos a esta mujer cometiendo pecado de adulterio.5 En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas. ¿Tú qué opinas?
6 Ellos le hicieron esa pregunta para ponerle una trampa. Si él respondía mal, podrían acusarlo. Pero Jesús se inclinó y empezó a escribir en el suelo con su dedo. 7 Sin embargo, como no dejaban de hacerle preguntas, Jesús se levantó y les dijo:
—Si alguno de ustedes nunca ha pecado, tire la primera piedra.
8 Luego, volvió a inclinarse y siguió escribiendo en el suelo. 9 Al escuchar a Jesús, todos empezaron a irse, comenzando por los más viejos, hasta que Jesús se quedó solo con la mujer.
Juan 8:4-9 (TLA)
¿Cuántas veces has sido acusado por el enemigo a causa de tu pecado? No sé cuáles son los errores que has cometido, pero Dios vino para perdonarte y no para acusarte.
Su amor es tan grande que aun siendo merecedores de la muerte por nuestros actos no arrojó ni una sola piedra para acusarnos.
Puede que la gente a tu alrededor haya sido testigo de tus grandes o pequeños errores y tal vez hayan intentado avergonzarte por ellos, pero si Dios no te condena, ¿Quiénes son lo demás para hacerlo?
“(…) Tampoco yo te condeno. Puedes irte, pero no vuelvas a pecar.” Juan 8:11 (TLA).
Qué agradable es saber que tenemos una nueva oportunidad en Jesús. Levántate y deja que su amor te dirija hacia su voluntad.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristianaCVCLAVOZ.