Ser hijo de Dios no es cualquier cosa ni algo insignificante, es representar al Señor aquí en la tierra y hacer lo que Él nos pide. La Biblia dice que somos sus embajadores y que todo lo que hagamos o hablemos debemos hacerlo en representación de Él. (2 Corintios 5:20)

¿Eres un digno representante de Dios? ¿Obedeces sus instrucciones? ¿Crees que Dios dice de ti: “Este es mi hijo(a) muy amado(a), quien me da gran gozo?

Una señal de que realmente eres hijo de Dios es la comunión que mantienes con Él, porque la única manera de representar a alguien es estando en constante comunión y obedeciendo sus instrucciones.

Y uno de los mandatos que Dios nos da a todos sus hijos es que oremos por todas las personas del mundo, incluyendo niños, adolescentes, jóvenes y adultos. También por nuestras autoridades y gobernantes.

“En primer lugar, te ruego que ores por todos los seres humanos. Pídele a Dios que los ayude; intercede en su favor, y da gracias por ellos. Ora de ese modo por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos tener una vida pacífica y tranquila, caracterizada por la devoción a Dios y la dignidad. Esto es bueno y le agrada a Dios nuestro Salvador, quien quiere que todos se salven y lleguen a conocer la verdad.” 1 Timoteo 2:1-4 (NTV)

¿Cuándo fue la última vez que oraste por tu país y sus gobernantes? ¿Qué haces cuando hay un conflicto político o una crisis en tu país? ¿Oras por las personas que están en problemas o pasando por necesidades?

Espero que no seas de aquellas personas que sólo viven criticando el comportamiento de los demás y la actitud de las autoridades; sino alguien que intercede y ruega  a Dios a favor de ellos.

Jesús, cuando se acercó y vio a su pueblo, Jerusalén, comenzó a llorar (Lucas 19:41-43) y cuando estaba a punto de morir dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” (Lucas 23:34)

Sé un imitador de Cristo y no dejes de orar por tu nación. “El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad.” Salmos 145:18 (NVI)

La oración es un arma poderosa que no tiene límites.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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