Para seguir prosperando

Muchos buscamos incansablemente la prosperidad en la vida, porque sentimos que teniendo prosperidad somos triunfadores. Y ciertamente a mí, en particular, me gusta ver a la gente de Dios prosperando porque es una manera de que otros vean la generosidad y provisión de Dios. 

El problema es que, si le damos prioridad en nuestra vida a ser prósperos, a seguir prosperando cada día, tal vez olvidemos las verdaderas prioridades. Dios debe ser nuestra prioridad número uno, luego familia y luego amistades y trabajo. En fin. ¡Qué difícil puede ser conseguir un balance!

Pero no es imposible. Y si hacemos lo correcto, como consejo de la Escritura Bíblica, nos apartamos de las malas maneras y somos generosos y compasivos con los menos pudientes, vamos a seguir prosperando.

Rey Nabucodonosor, por favor, acepte mi consejo. Deje de pecar y haga lo correcto. Apártese de su perverso pasado y sea compasivo con los pobres. Quizá, entonces, pueda seguir prosperando.

Daniel 4:27 (NTV)

Podemos seguir prosperando con las riquezas del Reino de Dios

La verdad es que Dios quiere lo mejor para nosotros. Él sabe qué es lo que realmente necesitamos, y quiere guiarnos hacia lo que es lo mejor para nosotros. Él nos quiere dirigir hacia la prosperidad. El problema es que medimos la prosperidad con el éxito material. 

La verdadera prosperidad está en cómo nos desarrollemos, cómo nos comportamos delante y detrás de las mismas personas. Podemos prosperar espiritualmente siendo cada día mejores en todo lo que hacemos, sobre todo en nuestro trato para con los demás. 

Para seguir prosperando debemos hacer más estrecha nuestra relación con Dios porque las riquezas de Su reino son los frutos del Espíritu. Debemos confiar en Dios y Su versión de la prosperidad para tener la certeza de que estaremos participando de las riquezas de Su Reino.

No te dejes presionar por la ambición o el deseo del éxito material. Recuerda que eres un hijo de Dios y Él no nos desampara. A veces pasamos por pruebas de aprendizaje, pero si confiamos en el Señor, salimos adelante y nunca nos faltará nada. Él no nos desampara jamás. 

Pues yo sé los planes que tengo para ustedes—dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.

Jeremías 29:11 (NTV)

Oración del día

Bendito y Amado Señor, vengo ante ti para pedirte que me ayudes a confiar más en esa provisión inigualable que Tú das a Tus hijos. Muchas veces vemos un cambio y sentimos que no vamos a poder, que no vamos a llegar, en lugar de cerrar nuestros ojos y tener la certeza de que Tú nos vas a dar lo que necesitamos. 

No hay imposibles para Ti, Señor mi Dios, por tanto, suelto las riendas de mis «haceres» y espero confiadamente en tu provisión. Y ayúdame a buscar el tipo de prosperidad correcta. Esa de Tu Reino mi Dios. En el nombre de Jesús, amén.

Aplicación

¿Cómo has tratado tú de prosperar? Dinos de qué manera lo has hecho y cómo lo harás a partir de leer esto, por favor. 

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El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.