Un grupo de estudiantes, a cargo de una educadora,  fueron de paseo a un bosque con la única regla de permanecer en el grupo; sin embargo, una adolescente quiso hacerlo a su manera y se apartó del camino.

Ella sabía que debía regresar, conocía cuál era el camino, pero no lo hizo; tal vez porque sentía vergüenza o por creer que no necesitaba de los demás. Cuando empezó a anochecer y el camino era poco visible ya estaba demasiado apartada del grupo y entonces se dio cuenta de que un lobo la asechaba y aunque corrió para salvar su vida fue demasiado tarde.

“Vuelve, oh Israel, a Jehová tú Dios; porque por tu pecado has caído.” Oseas 14:1

En este pasaje el Señor pide a su pueblo que “vuelva” porque a causa de su pecado está en dificultades o se le aproxima un sufrimiento mayor. Él sabe que el enemigo aprovecha cuando estamos lejos de su protección y también conoce las dolorosas caídas que sufrimos por separarnos de Él.

La adolescente caminó todo el tiempo como si estuviera perdida, pero no lo estaba, ella conocía el camino y sabía lo que tenía que hacer. Así mismo, nosotros sabemos qué debemos hacer cuando estamos alejados de Dios: volver a orar, estudiar la Palabra, volver a ir a la iglesia y servir, pero no lo hacemos por vergüenza o porque creemos que no necesitamos de Dios.

“Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; Alejarás de tu tienda la aflicción.” Job 22:23

La desobediencia siempre nos apartará del camino correcto, por tanto, es importante analizar cómo se encuentra tu vida espiritual y si estás consiente que estás alejándote de Su voluntad o te estás enfriando; entonces, decide “volver” al camino correcto y de esta manera alejar la aflicción de tu casa.

¡No esperes a que sea demasiado tarde!

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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