“Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.” Filipenses 1:6

Pilar, una niña muy inquieta se quedó sola en casa por un corto tiempo cuando sus padres salieron a conversar con la vecina sobre algo importante.

A su retorno se encontraron con un gran desorden, su niña en el intento de ayudar con el orden de la casa cambió de posición muchas cosas lo que generó caos. Ella, al notar el silencio y sorpresa en sus padres, se dio cuenta que algo no hizo bien y con la cabeza agachada les pidió perdón.

Sus padres, molestos pero a la vez comprensivos por la intensión de su hija, la perdonaron, abrazaron y le pidieron ayuda para acomodar nuevamente las cosas de casa.

En nuestras buenas intenciones muchas veces cometemos errores, nos adelantamos a tiempos, “ayudamos” a Dios a que nuestros anhelos se cumplan y también cosechamos consecuencias.

Dios como nuestro Padre nos ve como esos padres de la niña, que a pesar de su error en su mucho amor nos perdona y también nos ayuda a arreglar lo que arruinamos.

Sin duda, cada error trae dolor pero con el amor de Dios lograremos seguir perseverando en la fe. Por eso no te rindas si fallaste a Dios, no dejes que la culpa o las temibles consecuencias te aparten de su camino, confía que Su perdón te dará paz y su gracia te seguirá sosteniendo hasta que seas perfeccionado.

Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!) Efesios 2:4-5 (NTV)

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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