Los océanos cubren el 71 % de la superficie terrestre, siendo el océano Pacífico el más grande. La profundidad promedio de los océanos es de 3,730 metros, según una página en internet.
Otro dato interesante es que a tal profundidad es difícil que se desarrolle vida; sin embargo, según investigaciones, existen peces con una visión reducida y ojos grandes que perciben únicamente destellos bioluminiscentes.
Si hay vida en el fondo del mar, entonces seguramente también podemos encontrar mayor bendición cuando profundizamos la relación con Dios, en su Palabra y en oración.
Quien escribió el Salmo 119, pues no se sabe con certeza el autor, llegó a tal intimidad con Dios que le pedía: “Haz bien a tu siervo; que viva, Y guarde tu palabra. Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley…. Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la cumpliré de todo corazón.” Salmos 119:17-18, 34 (RVR1960) Tengamos este mismo deseo para que poder entender, atesorar y cumplir las leyes del Señor.
Quiero alentarte a anhelar más de Dios y profundizar tu relación con Él, a construir el cimiento de tu fe en base a la palabra pura y verdadera. A todos, Dios nos dio la capacidad de aprender, no nos conformemos con sólo pasear a las orillas del mar y mojar nuestros pies, cuando podemos entrar por completo y descubrir el corazón de Dios, su sentir, sus propósitos y sus planes maravillosos.
¡Sumerjámonos a lo más profundo de la vida espiritual!
“¿Has visitado el misterioso abismo donde tiene sus fuentes el océano?” Job 38:16 DHH
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.