El famoso artista Gustave Doré se presentó un día a un alcalde de una ciudad de Francia en busca de un favor, alegando la fama de su nombre.

      – Conozco las pinturas de Gustavo Doré – dijo el alcalde-, pero ¿tiene algún documento certificatorio que acredite que usted es el célebre artista?

        – No, señor, pero dispénseme por unos momentos.

Y sacando un papel y lápiz del bolsillo se fue a la ventana y en pocos momentos dibujó el panorama que tenía delante de sí y lo presentó al alcalde.

       – Señor- dijo éste-, ahora veo que usted es realmente Gustavo Doré, el dibujo vale bien en vez de certificado.

Nuestros actos siempre valdrán más que nuestras palabras porque son testimonio de lo que somos.

Cuando decimos ser “cristianos” llevamos una responsabilidad muy grande ya que no es sólo un título, sino que afirmamos que somos como Jesús; lo que implica que debemos buscar tener sus cualidades, tratar cada día de ser más como Él, vivir rectamente y en amor.

“Por lo tanto, imiten a Dios en todo lo que hagan porque ustedes son sus hijos queridos. Vivan una vida llena de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Él nos amó y se ofreció a sí mismo como sacrificio por nosotros, como aroma agradable a Dios”. Efesios 5:1,2

Quizás en muchas oportunidades no pudiste hablar de tu fe o la gente no quiso escucharte pero tus actos, tu vida, tu familia, todo cuanto haces (aún las más pequeñas cosas) dicen mucho más de ti que las palabras.

Vive rectamente, de manera que todos quieran saber qué es aquello que te hace especial y diferente y busquen imitarte.

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario