Sir Winston Churchill, famoso político, estadista, escritor británico mencionó lo siguiente: “El éxito es resultado de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”.

La historia narra que en su infancia Winston fue un niño rebelde que no le gustaba estudiar, sus notas eran de las peores de su curso, fracasó dos veces en el examen de ingresó a la Academia Militar de Sandhurst pero cuando logró entrar cambió radicalmente algunos aspectos de su temperament; se volvió un gran estratega lo cual le ayudó en la segunda Guerra mundial al ejercer el cargo de primer ministro.

Hace falta una cultura de tolerancia social al fracaso individual que permita que una persona resurja, es una clave para el progreso de la humanidad. En sociedades con un bajo nivel de desarrollo socio-cultural y tecnológico tenemos factores comunes como la recriminación, el rechazo familiar y social ante el fracaso de un emprendimiento. Puede que tengamos grandes genios e inventores entre nosotros y aún existen otros que todavía se están formando intelectualmente y pasan desapercibidos entre la gente por las causas mencionadas y otras más.

Todos somos iguales delante de Dios, el dotó de inteligencia a cada ser viviente,  solamente que algunos no alcanzan todo su potencial, esto podría ser por el contexto que los rodea, el bullyng en el colegio o en la ciudad, por factores familiares, un límite impuesto por otras personas. Las famosas frases: “no puedes”, “eres pobre”, “te falta cerebro”, “no eres como tal o cual persona”, son frenos que impiden alcanzar sueños o metas, pero a pesar de todo esto algunas personas lograron mucho en la vida.

La Biblia dice en Josué 1:9 TLA: “Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas.”

¡Dios está con nosotros! El mundo te dirá que no puedes, ¡Pero Él te dice sí, lo lograrás! Aférrate a sus promesas, no importa si eres joven, adulto o anciano, aún puedes alcanzar tus sueños aunque algunas puertas se hayan cerrado verás que otras se abrirán, no menosprecies a tu Creador ni el potencial que tienes guardado.

El éxito es para los que perseveran, para los que toman cada fracaso como una experiencia para mejorar. En el aprendizaje los límites no existen, el Señor te dio el potencial para aprender y emprender, a veces nuestro peor enemigo somos nosotros mismos.

¡Ánimo! Alcanza los planes de bien que el Señor tiene para tu vida.

Por Carlos E. Encinas

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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