No sé cuál es el estado en el que te puedas encontrar, pero lo que sí puedo asegurar es que Dios no ha dejado de ver por ti. A veces creemos que no obtenemos lo que queremos, pero no nos damos cuenta que el presente que tenemos vale oro, protestamos y nos quejamos de nuestra situación y lo que hemos recibido creyéndonos desdichados, cuando todo lo que recibes de Dios es bendición.

Valora la familia que Dios te ha dado, aunque que te haya sacado canas verdes como se dicen comúnmente, a pesar de no ser perfectos, son el mejor regalo de nuestro Padre.

Disfruta del trabajo que tienes, no pienses que es una carga porque no es lo que esperabas; Dios te abrió esa oportunidad, no la desaproveches pues ¿cómo llegarás a valorar una puerta si no supiste reconocer y ser agradecido por una ventana que se abrió?.

“Una persona no puede hacer nada mejor que comer y beber y encontrar satisfacción en su propio trabajo. Esto también, veo, es de la mano de Dios,  porque sin él, que puede comer y alegrarse? “Eclesiastés 2:24-25 (NVI)

Busca estar en paz contigo mismo y tus semejantes. Nada se disfruta con el corazón resentido y lleno de rencor. Es increíble el tiempo que perdemos en peleas sin sentido. Busca tu tranquilidad, pide perdón y disfruta del tiempo con tus seres queridos.

Todos afrontamos problemas y pruebas en la vida, pero Dios nos da el regalo de su amor para poder disfrutar en medio de la tormenta. Tómate de su mano y pídele que cambie tu actitud para que puedas disfrutar de lo bueno que te ha regalado.

Todo lo grande y pequeño que tienes es fruto de su amor. Valora y agradece.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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