“En casa de herrero cuchillo de palo” es un refrán popular que se refiere a una paradoja en la que faltan determinadas cosas en lugares donde deberían abundar.

Se interpreta que en la casa de un herrero debería ser precisamente el lugar donde los utensilios e instrumentos deberían ser labrados en hierro. De allí que el refrán señala la contradicción de algunas situaciones de la vida: un chef que nunca cocina en casa, el automóvil descompuesto de un mecánico o los dientes descuidados de los hijos de un odontólogo.

Pablo en una de sus cartas también habla de la falta de un ingrediente importante en un lugar donde se supone debería  encontrase en abundancia.

1 Corintios 3:1-3 dice: “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?” Versión Reina-Valera 1960

La carta empieza amonestando a los creyentes en Corinto por las riñas y peleas que había entre ellos. Como sabemos, la epístola se extiende 16 capítulos y justamente en el 13 Pablo habla específicamente del amor y de sus frutos. Esa es precisamente la cualidad que les hacía falta ya que conociendo a Cristo debería prevalecer, sobre cualquier diferencia, el afecto mutuo pero si no encontramos esa cualidad en el lugar donde debería abundar, entonces hay un problema.

Es tan importante que Pablo advierte en 1 Corintios 13:1-3 que cualquier talento, don espiritual, ofrenda abundante de bienes materiales e incluso darse a sí mismo para ser quemado no es nada sin amor.

Filipenses 2:1-4 dice: “Así que, si Cristo les ha dado el poder de animar, si el amor los impulsa a consolar a otros, si todos participan del mismo Espíritu, si tienen un corazón compasivo, llénenme de alegría viviendo todos en armonía, unidos por un mismo amor, por un mismo espíritu y por un mismo propósito. No hagan nada por rivalidad o por orgullo, sino con humildad, y que cada uno considere a los demás como mejores que él mismo. Ninguno busque únicamente su propio bien, sino también el bien de los otros.” Versión Dios Habla Hoy

Que no falte el amor entre los hijos de Dios porque es el lugar donde se supone debería sobreabundar.

 

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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