¿Qué reflejas en el espejo?

La imagen que ves en tu espejo no necesariamente es lo que tú ves, por eso, ¿qué reflejas en el espejo? Somos una obra de arte en proceso de elaboración. Dios nos va preparando desde el momento en el que le abrimos nuestro corazón y le invitamos a habitar en él. Pero, ¿has entendido realmente que vive dentro de ti? Por lo tanto, debemos reflejar su imagen no solo en el espejo.

Tú, ¿qué reflejas en el espejo? Tal vez no estás conforme con lo que ves, tal vez sientes que has cometido muchos errores y por ellos tienes mirada triste. No reflejas felicidad. Pero te recordamos que Dios ya te perdonó si te arrepentiste, y eso te debe alegrar.

Somos una obra en proceso,  Dios está creando en cada uno de nosotros Su obra maestra. Debemos permitir Su trabajo en nosotros.

Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

2 Corintios 3:18 (RVR1960)

Para ver cambios en el espejo, pasamos pruebas

A veces ese trabajo, lo que pasamos para la elaboración de Su obra, puede dolernos. Son pruebas, pero son enseñanzas. Vamos formándonos, nos vamos fortaleciendo con esas pruebas, mientras aprendemos a no cometer los mismos errores cuando vemos sus consecuencias.

Permite que Dios haga Su trabajo en ti para que te vayas transformando en Su obra maestra y llegue a ser eso lo que reflejas en el espejo.

Debemos hacer nuestra parte

También debe venir de nosotros el deseo de parecernos cada vez más a Cristo. Controlar nuestra rebeldía, dominar nuestro comportamiento, orar cada vez que podamos y bendecir a todo el que nos encontremos y a los que recordemos.

Tenemos que tratar de imitar la gentileza, bondad, amabilidad y generosidad de Jesús para que lo que reflejas en el espejo sea cada día más parecido a Él, como nos predestinó nuestro Creador, nuestro Amado Dios.

Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Romanos 8:29 (RVR1960)

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