En la actualidad existe gran cantidad de quejas sobre la falta de motivación que los niños presentan para estudiar, ellos no harían sus deberes si sus padres no los estimularan a realizarlos. A veces sucede lo mismo cuando somos personas adultas, la palabra de Dios dice:

Ve a la hormiga, oh perezoso, Mira sus caminos, y sé sabio; La cual no teniendo capitán,
Ni gobernador, ni señor, Prepara en el verano su comida, Y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.

Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, y cruzar por un poco las manos para reposo; Así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado. Proverbios 6:6-11

¡Esta palabra es una llamada de atención! Mira la hormiga, se esfuerza y trabaja sin tener un capitán, se prepara para la etapa dura que va enfrentar sin que nadie le diga lo que tiene que hacer.

¿Eres como una hormiga o necesitas que tu jefe esté detrás de ti  para que realices bien tu trabajo o que tus padres o educadores te estén llamando la atención a cada momento para que te esfuerces en estudiar o en tener buenas relaciones? ¿Necesitas que alguien esté recordándote las cosas?

De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda (alimento); porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 1 Corintios 3:1-3

Así que no esperes que el Señor te diga lo que debes hacer, ¿Presentas conflictos con alguien? ¿Cuándo piensas resolverlos? Pide perdón y perdona, ¿Estás congregándote, estudiando la Palabra de Dios y orando? Si no lo estás haciendo sigues siendo un niño que necesita estimulación.

El Señor hace un reclamo y dice: ¿Hasta cuándo? Ya deberías recibir alimento sólido pero todavía recibes leche porque sigues actuando como un niño.

En este momento te animo a examinar tu vida y preguntarte si necesitas que el Señor esté detrás de ti. Si tu crecimiento se ha detenido, entonces, empieza de nuevo, resuelve los conflictos que presentas en obediencia a Dios. ¡Basta de celos, envidia, peleas, murmuraciones! ¡Basta de ser un niño y decide levantarte por ti mismo!

 
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario